Existen varios dilemas para los que soy incapaz de encontrar una respuesta razonable y en los que no puedo dejar de pensar de cuando en cuando.
Rincón abierto de Juan Pablo Montaner. Periodista deportivo, zaragocista, zaragozano y campeón del mundo de perder el tiempo en cualquier asunto. Si quieres acompañarme, puedes hacerlo a través de este blog, el grupo de Facebook, Twitter, Google +, Pinterest, dejando tu correo... Luego no me digas que no doy facilidades. Para todo lo demás: imaginia@gmail.com
lunes, 31 de octubre de 2005
lunes, 24 de octubre de 2005
Cita semanal
Como me ha gustado eso de citar, estreno esta noche la nueva sección: la cita semanal. Es además algo que llevaba en mente desde hace algún tiempo. Así que ahí va la de esta semana:
"El dolor es el alimento esencial del amor; cualquier amor que no se haya nutrido de un poco de dolor puro, muere"
Maurice Maeterlinck
"El dolor es el alimento esencial del amor; cualquier amor que no se haya nutrido de un poco de dolor puro, muere"
Maurice Maeterlinck
jueves, 20 de octubre de 2005
De William
Ya que lo cité en las últimas palabras de mi otro blog, merecen leerlo al completo:
"De nuevo en la brecha, amigos míos, otra vez, o tapen la muralla con nuestros muertos ingleses. En la paz nada conviene más a un hombre que la serena modestia y la humildad, pero si el estallido de la guerra suena en los oídos, entonces hay que imitar la conducta del tigre. Tensen los músculos, conjuren a la sangre, disfracen el buen carácter con la furia de rasgos crueles, y luego den a los ojos un aspecto terrible: que espíen por las troneras del cráneo como el cañón de bronce, y que el ceño los abrume, terrible como la roca astillada cuelga y se proyecta sobre su base sacudida socavada por el océano salvaje y devastador. Ahora aprieten los dientes y abran las ventanas de la nariz, contengan fuerte el aliento y concentren el espíritu a su máxima altura".
Henry V. Tercer Acto, Escena I. William Shakespeare(1598)
"De nuevo en la brecha, amigos míos, otra vez, o tapen la muralla con nuestros muertos ingleses. En la paz nada conviene más a un hombre que la serena modestia y la humildad, pero si el estallido de la guerra suena en los oídos, entonces hay que imitar la conducta del tigre. Tensen los músculos, conjuren a la sangre, disfracen el buen carácter con la furia de rasgos crueles, y luego den a los ojos un aspecto terrible: que espíen por las troneras del cráneo como el cañón de bronce, y que el ceño los abrume, terrible como la roca astillada cuelga y se proyecta sobre su base sacudida socavada por el océano salvaje y devastador. Ahora aprieten los dientes y abran las ventanas de la nariz, contengan fuerte el aliento y concentren el espíritu a su máxima altura".
Henry V. Tercer Acto, Escena I. William Shakespeare(1598)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)