![]() |
El Zaragoza ganó en Las Palmas. Foto: realzaragoza.com |
El Real Zaragoza, fiel a su vaivén, regresa a los buenos tiempo (si es que estos tiempos se pueden considerar como buenos...). Encadena dos triunfos de manera consecutiva, lo hacen sin convencer a sus numerosos detractores pero también sin encajar goles del rival y demostrando que con hacer uno le basta. Esa leve mejoría, ese regreso al sumar de tres en tres, ha devuelto la calma a un vestuario en el que jefe estaba muy cerca de cruzar la puerta de salida. Por el momento, Paco Herrera ha logrado salvar la cabeza con la enésima reinvención. Ahora, son los secundarios los que han tomado el mando.
¿Qué ha cambiado?
El técnico se ha visto obligado a buscar soluciones. Y no se le pude negar un cierto ejercicio de riesgo en el asunto. Apostar por chavales como Diego Rico o Tarsi, confiar ciegamente en un Javi Álamo que recién acaba de dejar atrás un largo periodo de inactividad por una lesión de rodilla o mantener sobre el césped a Roger pese a su bajo rendimiento y las críticas que genera, es echarle un par de narices.
También es un acierto. Javi Álamo fue el mejor ante Las Palmas; Roger decidió con un cabezazo soberbio; y los chavales... Los chavales nunca fallan. Su aparición en el once, junto al regreso de los futbolistas antes mencionados, ha cambiado la dinámica y la eficacia de este Zaragoza. Seguramente no todo el mérito de la mejoría sea suyo. Seguramente buen parte sí lo sea. La situación exigía a Paco Herrera un cambio, una reacción, y no se puede negar que haya acertado. La aparición de estos jugadores supone una excelente noticia para un equipo perdido y que parecía no encontrar soluciones. Y eso siempre es un motivo de celebración. Ahora bien, habrá que esperar para comprobar qué vuelo alcanza este nuevo avance. Como suelen decir los jugadores, ni antes éramos tan malos ni ahora somos tan buenos... Por tanto, seamos pacientes.
Si te ha gustado esta entrada, ¡compártela!
No hay comentarios:
Publicar un comentario