jueves, 3 de enero de 2013

Canciones para el aburrimiento

Tengo mucho tiempo libre desde que el pasado 20 de diciembre fui empujado a una vida sin obligaciones. Pese a que pueda parecer una situación absolutamente apetecible, en realidad no lo es tanto. No por la ausencia de obligaciones, que por un tiempo sienta verdaderamente bien, pero es que a ratos me aburro; me aburro mucho; más de lo que puedas llegar a imaginar. Es una sensación bastante extraña que me persigue desde hace algunos días y a la que no consigo dar esquinazo.


Ha llegado además de manera inesperada. Las últimas dos semanas fueron entretenidas con compromisos y quehaceres varios. Disfruté de varias celebraciones en los días previos a la Navidad propiamente dicha. Antes de abordarla, el 24 de diciembre por la mañana, acudí a apuntarme al paro. Me recibió la verja. No encontré a nadie, todos tenían fiesta (...) Realicé un segundo intento, el 26 de diciembre también por la mañana, que me embocó a un tercero si quiero cobrar la prestación por desempleo durante un periodo que ciertamente aún desconozco. En aquella segunda, sí que pude alistarme en la demanda de empleo, pero entre tú y yo, le tengo menos fe que a Carlos Sáinz cuando sale en la tele y dice que este año se ve en condiciones de ganar el Dakar.

Tras aquello, se sucedieron una suerte de compromisos. Me beneficié de que mi hermano viniera con su mujer y mi sobrina a pasar unos días a casa, éste llamó, aquel propuso una quedada, el de más allá celebrar su cumpleaños... Todo eso me mantuvo bastante entretenido. O al menos distraído. Pero se acabó. De golpe me ha garrado el tedio y me ha susurrado al oído que es una de las peores cosas que te puede suceder.

Rápidamente he acudido a diversos refugios habituales, principalmente la música. De ahí que la selección de canciones para escuchar mientras leen Imaginia sobrepase las habituales 12 que en su día me impuse como única norma. Estoy descubriendo muchas cosas bastante interesantes y, punto fundamental, estoy descubriendo lo estúpido de mi comportamiento hasta la fecha. Cree una lista en Spotify llamada Imaginia (que luego pegué aquí a la derecha) con la intención de darle la vuelta cada mes. Para nutrirla de contenido, cree otra: 'PreImaginia', donde acumular durante 30 días los temas que volcar a la primera con el cambio de mes. Y ahora, al ejecutar la renovación, descubrí que todas las canciones (algunas poco conocidas para mí) desparecían ahí. Grave error. Uno de mis grandes aciertos en este 2013 ha sido 'PostImaginia', lista que resuelve el problema.

Mientras la música y el aburrimiento, pienso en las posibilidades. Pienso mucho. Diría que tanto como Newton antes de que la manzana turbara su pensamiento científico, pero eso sería exagerar rotundamente. Seguramente sea la conclusión lógica de mi completo aburrimiento, una vía de escape, un amasar diversos bocetos del futuro a los que no acabo de saber darles forma. Manejo algunas ideas, pero la incertidumbre me gana la partida por el momento. Así que llegados a este punto, creo que tendré que seguir aburriéndome, aunque con descubrimientos como los que les dejo aquí abajo la situación está bajo control:




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