jueves, 24 de febrero de 2005

Sobre la nieve y la suerte


Hace falta que vuelva a nevar -un año más- para que recuerde de nuevo que soy un tipo afortunado. De lunes a viernes siempre tengo clase práctica de conducir, pero el pasado martes el profesor me dijo que no podía. Cuando levanté la persiana aquella mañana fui feliz. Zaragoza recibía una de las mayores nevadas de los últimos añosy yo, sin querer, me había librado de tener que conducir sobre calles de hielo. Entonces fue cuando me di cuenta de nuevo de que soy un tipo con suerte, de esos a los que les salen las cosas casi siempre bien aunque sea sin querer. Y esta vez lo fue. De todas formas, no creo en la suerte. Sólo la tengo y trato de no darle mayor importancia.
No hace mucho me regalaron un libro, 'La buena suerte', y de él aprendí, aunque ya lo intuía, que la suerte en sí no existe. Uno puede atraerla, pero sólo si genera las condiciones necesarias para ello. La suerte no llega un día de repente. La suerte hay que trabajarsela, como todo en esta vida. Estoy cansado de ver gente que comenta: "No estoy teniendo suerte últimamente" mientras se lamenta de sus problemas. Me dan pena, aunque tampoco demasiada porque son ellos mismo los que no hacen nada para arreglar su situación. Se dejan a la suerte, y ésta no se para cuando la llamas como si fuera un taxi. Hay que buscarla. Posted by Hello

No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...