 |
| Supersubmarina, en plena actuación en el Arenal Sound. Foto: Luis Pérez |
De entre las muchas experiencias que uno ha ido amontando en este 2012 que ya roza su punto final, sobresale un selecto grupo de momentos inolvidables. Ha sido un año intenso en muchos aspectos y pese a que la memoria no es uno de mis fuertes, guardo con plena nitidez ciertos instantes.
Uno de ellos sucedió el 3 de agosto. No tiene por qué ser el más importante, pero sí uno de los más intensos. Días después, al recordarlo, bauticé aquel instante como uno de los mejores momentos de mi vida. Seguramente fui algo exagerado... Atrapado en medio de una multitud, empapado en sudor (sin duda la de aquella tarde está en el top 3 de sudadas de mi vida) y chocando cada dos por tres con unos desconocidos sin camiseta en mis mismas circunstancias calóricas, lo cual me resulta muy desagradable, todo daba completamente igual una vez que la megafonía escupió esa frase que tantas veces repetí antes de alcanzar aquel punto: 'Diciembre está al llegar'.
Fui al Arenal Sound, sobre todo, para ver a Supersubmarina. Lo cierto es que el concierto no me defraudó. Es más, se me hizo corto ya que la organización apenas les concedió una hora sobre el escenario, lo que provocó un show seguramente demasiado concentrado pero muy intenso. El punto álgido llegó con la canción que esperaba desde antes de empezar y que les enlazó aquí abajo (de una actuación en otro lugar). Justo en ese arreón final, saltando y gritando las frases que terminan de dar forma a la canción, sentí una felicidad plena. Fue un momento único. L rió a carcajadas cuando la abordé con la explicación de aquella sensación de gran experiencia vital. En el fondo suena algo ridículo, pero estuve días esperando aquel momento y cuando llegó me hizo sentir realmente bien.
Todo esto viene a que mañana viernes volveré a reencontrarme con Kevin McAlister, aunque seguramente ya no será como la primera vez...
No hay comentarios:
Publicar un comentario