Día 125: La afición cruza la línea

Mi visión de la derrota ante el Numancia. Foto: Imaginia

La grada ha cruzado una línea que indica que la situación es límite. En el tramo final del encuentro, con el 1-2 ya en el marcador el fondo norte se arrancó con el cántico "Herrera vete ya", y rápidamente el incendio se contagio al resto de sectores de La Romareda. La afición está muy cansado, es algo público y notorio desde hace tiempo, pero esta tarde ha apuntado al banquillo sin miramientos. Un asunto muy serio.

Todo equipo se basa en la confianza. Cuando ésta falla, lo colectivo se resiente. Es un proceso que puede tardar más o menos, pero acaba sucediendo así. La afición ya no confía en Paco Herrera. De hecho, incluso a veces da la sensación de que nunca llegó a hacerlo del todo. Y hoy, con el enésimo partido que dejó escapar el equipo, la grada explotó y pidió la dimisión del técnico. El hecho no debe tomarse a la ligera. Alcanzar ese punto es síntoma de que las cosas no marchan (como los resultados demuestran cada jornada) y que los apoyos externos comienzan a disolverse. Lo más grave, es que en este tipo de procesos pocas veces suele darse una marcha atrás...

A nadie se le escapa que Paco Herrera no está perfilando el Zaragoza que tenía en mente a su llegada al banquillo aragonés. Herrera venía con un halo de buen entrenador, de gusto por el juego bonito y capaz de ascender al equipo 'con la gorra'. La realidad dista mucho de todo aquello. Herrera no ha logrado implantar su habitual idea de juego porque no dispone de una plantilla para jugar así, entre otras razones. Lo cierto es que tuvo que virar antes de tiempo para evitar el desastre en las primeras jornadas de Liga. Y parecía haber dado con la tecla, pero esa sensación de euforia ha desaparecido. Herrera no da con la tecla y las malas actuaciones del equipo no le ayudan. En esa espiral negativa llegamos al momento actual, en el que la grada ya no confía en él.

¿Se puede permitir su cese el Zaragoza?
La pregunta surge por inercia: ¿Sería bueno para el Zaragoza, para su confianza y sus opciones de subir, prescindir de Paco Herrera? Sin duda sería un golpe tremendo para el proyecto, si es que alguna vez se planeo algo aproximado a un proyecto. El técnico tiene un match ball encima que está obligado a salvar por el bien del Zaragoza. El problema es que ya es muy complicado revertir esta situación, aunque aún tiene margen de maniobra. Y lo peor de todo es que en el mientras tanto el equipo sigue descolgándose de su único objetivo posible...

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