#agapitoveteya

Gran síntesis del Real Zaragoza (cortesía de Manzanas Traigo)

El proceso de descomposición pública de Agapito Iglesias alcanzó el pasado martes un nuevo estadio. Acorralado, el soriano anunció a través de la web oficial del club que ponía a la venta su paquete accionarial. En realidad, el anuncio no supone su fin inmediato, pero sí que puede ser interpretado como un primer paso para la salida que la mayoría tanto deseamos.

De todas formas, con Agapito nunca se sabe. Ha quedado más que probado que es un mentiroso camaleónico, capaz de aparecer por cualquier parte cuando todo parece perdido. Personalmente, creo el anuncio discurre por uno de estos dos caminos:

1-Por enésima vez, se está riendo de todo el mundo y ganando tiempo para quién sabe qué.

2-El club ya está vendido (o le han invitado a que lo venda no tardando mucho) y ahora juega con los tiempos.

Son dos intuiciones que no baso en ningún hecho/rumor/secreto que conozca y puede que esté equivocado. Ayer hablé con Javier Lainez, vicepresidente de la Asociación de Pequeños Accionistas del Real Zaragoza, y me ofreció un argumento que en ningún caso deberíamos rechazar:

"Todo es una tomadura de pelo y un órdago a la gente que le está presionando. Se ve acorralado por la afición, el entorno y las instituciones y por eso pone las acciones a la venta sin poner precio. ¿Qué ofertas le van a pasar así? Nadie sabe en estos momentos cuál es el valor del Real Zaragoza".

Lo cierto en todo este asunto es que el empresario soriano se ríe de todos nosotros, como lo ha hecho desde que perdió el juicio, bastante años atrás. Nadie sabe hasta qué punto es cierta o real su intención de vender el 92 por ciento de acciones que posee (basta con mandar un mail a zaragoza@gabinetecimbra.com) o si todo es nuevo juego de artificio para evitar le presión social que cada vez le asfixia más (aunque quizá no tanto como debería, como ya expliqué en la entrada Una afición sin equipo). Lo único que sabemos, es que no sabemos nada.

Les dejo el artículo que publico hoy en AS, y que viene a resumir mi opinión al respecto:

Nada es verdad, nada es mentira...

No existen razones evidentes para creer que Agapito Iglesias vaya a vender el club. O quizá sí, pero no queremos darlas por ciertas. Durante su mandato al frente del Real Zaragoza ha protagonizado diversos episodios en los que ‘donde dije digo, digo Diego’ o en los que directamente acabó haciendo lo contrario de lo que explicó a la afición a través de los medios. El soriano es un ser imprevisible, que viene y va sobre sus pasos o fuera de ellos con absoluta normalidad y alejado de cualquier rubor. En su comparecencia en El Larguero dejó varias afirmaciones que chocan con las de otras personas o entidades. Dijo que todas las semanas está en contacto con la plantilla, mientras Manolo Jiménez declaró en la previa del partido ante el Málaga “últimamente no he hablado con él”; también aseguró que acude a atender a todos los medios que le requieren, cuando los compañeros de Aragón Radio, por poner un ejemplo, llevan meses esperándolo... En realidad, son hechos que no se pueden demostrar ya que es una palabra contra la otra. Ya saben, nada es verdad, nada es mentira...

El problema de fondo es que este hombre parece habernos tomado a todos por tontos. No acude a La Romareda, pero se pasea por los campos de toda España; se esconde de los medios locales pero se muestra triste y dolido en los nacionales (curiosamente el mismo día que anuncia que pone a la venta sus acciones...). Su aparición en la SER tras meses de silencio más bien pareció una operación de lavado de imagen a gran escala, ahora que todo el fútbol español empieza a descubrir al personaje y sus modos de actuar. En Zaragoza ya no engaña a nadie, por mucho que ahora quiera volver a ser cercano.

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