El milagro imposible (I)

La Romareda, tras abrir la puerta al milagro ante el Racing (Foto: Tino Gil)

Los milagros se componen casi siempre de pequeños ejercicios de fe, aparentemente sin importancia, pero vitales al ser expuestos al juicio del conjunto. Dentro de dos días, el Real Zaragoza puede firmar la permanencia más increíble de todos los tiempos. Lo tiene en su mano, sólo le falta dar el último paso en su inquebrantable trayectoria para quedarse en Primera División y poder respirar tranquilo.

Que dependa de sí mismo supone todo un hito, un escenario que muy pocos llegaron a imaginar allá por marzo, cuando el equipo estaba completamente roto y hundido en la clasificación. Si el Zaragoza gana en Getafe el domingo, hagan lo que hagan sus rivales, abrazará la salvación. Algo impensable, algo histórico. Nunca antes en la historia de la Liga alguien levantó 12 puntos de desventaja para quedarse a salvo del abismo.

En realidad, el Zaragoza llegó a estar a 13 puntos de distancia con la permanencia en el minuto 84 de la jornada 26. Aquel 4 de marzo, La Romareda asistía en sesión matinal al entierro de su equipo. El Villarreal, escuadra que asomaba por encima de los tres últimos a 12 puntos de distancia, ganaba 0-1. Aquel resultaba enterraba al Zaragoza en Segunda División y le dejaba virtualmente a 13 puntos del Granada. Un imposible. Sin embargo, en una sucesión de acontecimientos con escasa lógica, Luis García igualó el partido en el 84 y Abraham permitió el primer delirio de esta temporada con un gol en el descuento, instantes antes de que el árbitro pitara el final. El delirio no fue desmedido, para entonces sólo acudían a La Romareda unos pocos hombres y mujeres sin fe.

El Zaragoza ha alimentado parte de sus esperanzas los domingos a las doce de la mañana. Comenzó en Cornellà-El Prat, ganando 0-2 cuando nadie lo esperaba a un Espanyol muy bien considerado entre los de arriba. El triunfo impidió igualar el vergonzoso récord histórico de 15 partidos seguidos sin ganar, pero nadie tomó aquel triunfo como chispa de un cambio. Sí lo fue, sin embargo, la victoria ante el Atlético de Madrid en La Romareda el 25 de marzo. Un triunfo que confirmó que el milagro del Zaragoza iba en serio. Tras tumbar al Villarreal en el último suspiro, vencer en el campo del Valencia (el primero de la Liga de los mortales) acabando el partido con nueve jugadores, el Atlético sería el siguiente en probar el filo de la navaja aragonesa cuando parecía impensable. Con el partido al borde de la extinción, Hélder Postiga le sacó a Godín un penalti en la que posiblemente iba a ser la última jugada del partido.

Ya les puse el vídeo antes, pero la resolución fue como sigue:

Fue en aquel partido, ya con La Romareda abarrotada y dispuesta a empujar por una causa que ya no creía perdida, cuando buena parte de nosotros nos convencimos de que el milagro imposible comenzaba a tomar forma. Aquel partido cerró los domingos de fútbol matinal con un pleno absoluto: tres victorias para recuperar la fe y creer que 'Sí se puede'.

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