lunes, 10 de junio de 2013

Robin Söderling, un héroe enfermo

Söderling celebra una victoria en Roland Garros 2010.
El día en que Rafa Nadal se convirtió en 8 veces Nadal en Roland Garros, una montaña de datos invadieron  todos los medios de comunicación. El que parece más primoroso recuerda que en sus nueve participaciones en el torneo, el español apenas ha perdido un partido. Fue en 2009 ante el sueco Robin Söderling. Por eso, me pareció una buena idea la siguiente pregunta: ¿Qué fue del héroe que logró tumbar al portento Nadal en la tierra de París?

Pese a que la pregunta suene a pasado lejano, en realidad el tenista sueco sigue en edad de competir (el 14 de agosto cumple 29 años), pero no lo hace desde que ganara el torneo de Bastad el 11 de julio de 2011. Es decir, en poco más de un mes se cumplirán dos años de ausencia. ¿La razón? El héroe está enfermo; la Mononucleosis le tiene KO desde entonces. Robin no puede. La enfermedad parece haber adquirido un carácter crónico y pese a haber probado todo tipo de tratamientos, no consigue superarla. En una reciente entrevista, el tenista dijo que hará todo lo posible por regresar a las pistas en este 2013, pero si no lo consigue será el final. Colgará la raqueta. Hay días que entrena a pleno rendimiento y al siguiente no puede. Así desde hace casi dos años...

Héroe en la pista; enemigo público

Atrás quedarán sus grandes momentos en la pista. Söderling era un tenista de buen nivel que llegó a ser el número 4 del  mundo. Su momento le llegó en 2009, cuando en la cuarta ronda de Roland Garros derrotó al imbatible Rafa Nadal, que ya por entonces comenzaba a acusar sus problemas en la rodilla. En un partido soberbio, ganó 6-2, 6-7, 6-4 y 7-6 al de Manacor. Entonces pasó de ser un tenista a tener en cuenta a ganarse el reconocimiento de muchos. Aunque no en España. Aquella victoria se puede considerar como su mejor momento deportivo, pero le convirtió en enemigo de la patria. Muchos medios españoles gastaron horas y páginas para dibujarnos a un tenista oscuro, apático y cascarrabias. No faltaron las 'noticias' explicando sus rarezas y que le presentaban como un mal tipo, los reportajes de citas en los que casualmente todo el mundo hablaba mal de él destacando que no tenía relación con nadie y también se le dio muchas vueltas a esta acción. Sucedió pocos meses antes del gran momento, en el torneo de Roma, cuando Söderling trató de engañar al árbitro.


Puede que Robin Söderling fuera realmente un mal tipo, pero ganó con merecimiento a Nadal y de momento mantiene el honor de haber sido el único en Roland Garros en las nueve participaciones del tenista español. Söderling se plantó en la final aquel año y la perdió ante un colosal Federer. Un año más tarde, también en París, el sueco volvió a plantarse en la final, pero ahí Nadal ejecutó su venganza con contundente 6-4, 6-2 y 6-4.

Aquellas dos finales son los dos grandes picos de una carrera firme en la que ganó 10 torneos ATP, cuatro de ellos en 2011, justo antes de retirarse temporalmente por enfermedad. Llegó a ser número 4 del mundo, siendo el último sueco que alcanzó tan alta posición en tabla de la Asociación de Tenistas Profesionales. Sin embargo, el partido más complicado de todos lo afronta desde hace dos años y todavía confía en poder superarlo. Ojalá pueda lograrlo.


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