miércoles, 17 de abril de 2013

Ganar en Vigo: No hay otro camino

Song arrolla a Víctor Rodríguez el pasado domingo. FOTO: R. Zaragoza-Tino Gil
El Real Zaragoza se juega la temporada en Vigo el próximo lunes y, a tenor de lo que mostró ante el Barcelona el pasado domingo, su futuro parece condenado a fundir a negro. No se trata de ser pesimista, sólo es que uno se ha cansado de ser optimista y prefiere enfocar el asunto con pragmatismo. Hace semanas que vengo creyendo que este equipo está condenado al fracaso y la realidad no hace sino reforzar ese pensamiento.

El horrendo partido del pasado domingo en La Romareda me trajo a la memoria a un equipo en el que jugué con 14 o 15 años. El Alto de La Muela (perteneciente a la urbanización de chalets que hay junto a esta localidad zaragozana) también tenía muy mala pinta. Arrancamos la temporada con 13 o 14 catorce jugadores, pero diversas circunstancias hicieron que algunos abandonaran al poco de empezar la liga. La desintegración alcanzó tal punto que en varios partidos nos presentamos con 10 jugadores. Recuerdo uno especialmente doloroso en el campo del Vadorrey. Perdimos 21 o 22 a cero y nuestro único divertimento, para el cual nos turnábamos tras cada gol, era recibir el saque de centro para chutar lo más lejos posible a la espera de una nueva embestida rival.

Era completamente frustrante jugar en aquel equipo. Durante muchas jornadas, hasta acoplar a varios fichajes improvisados avanzada la temporada (en la que de manera sorprendente no acabamos últimos una vez que supimos rascar empates y alguna victoria), todos éramos plenamente conscientes de lo que nos esperaba en cada partido: No íbamos a ganar; iba a ser muy complicado marcar; y, según el nivel del rival, existían altas posibilidades de salir goleados. Un panorama que todos aceptábamos con resignación.

En estado de abandono

Años después, he alcanzado un punto en el que asisto resignado a la desintegración del Zaragoza. Por primera vez en mi vida el domingo me propuse seriamente abandonar el estadio al descanso, cosa que al final no hice al haber quedado al final con un amigo que vino de propio desde Santander a ver el partido. De no mediar ese compromiso, creo que me hubiera largado, algo que ni siquiera barajé en aquel vergonzoso 3-5 ante el Málaga que sufrimos en el 2010.

Resulta frustrante, muy frustrante, ver a este Zaragoza sin alma, sin garra y, pese a todo, con una situación no demasiado complicada en la clasificación. Realmente, si vence en Vigo y tumba al Mallorca en La Romareda tendrá una parte interesante del camino recorrida. El problema es que viendo el partido del equipo el pasado domingo y comprobando que la tendencia apunta hacia abajo desde hace varias semanas, muchos ponemos en duda que el equipo sea capaz de ganar alguno de estos dos partidos. Al menos yo lo veo así, pero hay que confiar y esperar a estar equivocado. No hay otro camino...

Si te ha gustado esta entrada, ¡compártela!

No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...