Celebrémoslo. El Zaragoza por fin ha dejado de darle la espalda a Víctor Laguardia. Tras dos años en el exilio y decenas de desprecios, será por fin uno de los centrales del primer equipo. Un equipo que al fin ha decidido darle cancha. En uno de sus peores momentos deportivos, eso sí. Queda feo, ciertamente, pero más vale tarde que nunca...
Visto en perspectiva, lo mejor que le ha sucedido al defensa es haber podido agrandar su nombre lejos de la capital aragonesa. Quizá aquí no hubiera tenido oportunidades y su carrera no habría sido tan interesante como demuestran los números de sus dos últimas temporadas. Si le damos la vuelta al razonamiento, es posible que el Real Zaragoza haya gastado dos años y varios miles de euros en centrales cuando en realidad tenía a uno de gran nivel y le dejó marchar. Esta segunda opción se presenta como la más probable.
Sea como fuere, Laguardia al fin alcanza la eterna aspiración de ser jugador con galones en el primer equipo. "Estoy muy contento de estar aquí y espero poder quedarme durante muchos años en este equipo", ha declarado esta mañana desde la concentración en Alcalá de la Selva. Víctor finaliza contrato el próximo verano y el club ha unido a esa confianza en el central para este curso, la intención de que su presencia se alargue en el tiempo. Ambas partes están pendientes de firmar una renovación que sería muy beneficiosa para jugador y club.
Un veterano
El Zaragoza dejó de confiar en Laguardia en 2010, cuando creyó que no alcanzaría el nivel deseado pese a no mostrar secuelas en la recuperación de su lesión de rodilla. Por eso lo envío cedido a Las Palmas. Allí cumplió con nota, pero un año después la historia se volvió a repetir, esta vez con Alcorcón como destino. Dos años en Segunda División que han demostrado que el Zaragoza disponía de un notable central en el que no quiso confiar. Pese a lo afeado de la situación, Víctor siempre ha tendido la mano al club, al que finalmente no le ha quedado más remedio que rendirse ante las evidencias.
Su presencia supone además una ventaja. De la actual plantilla, Laguardia es el octavo jugador con más partidos en Segunda División: 51. Sólo tiene más experiencia que él en la categoría Barkero (con 204 partidos en Segunda), Movilla (187), David Cortés (102), Montañés (75), Paredes (74), Lucas Porcar (62) y José Manuel Fernández (56). Por tanto, podemos considerarle como uno de los veteranos pese a su juventud.
Hombre importante
De sus últimos pasos por Segunda, el Real Zaragoza siempre ha sacado un referente con el que volver a ilusionar a su magullada afición. Cani amaneció en la 2002-2003, mientras que Ander Herrera acaparó la atención en la 2008-2009. Laguardia no encaja del todo en ese perfil (no surge del filial ahora y ya cuenta con una dilatada experiencia en el fútbol nacional), pero bien puede convertirse en ese referente zaragozano que el equipo echa tanto de menos desde hace varios años. En su cuenta de Twitter se puede comprobar que pese a la distancia siempre ha mandado mensajes de ánimo al equipo ya fuera desde Alcorcón o Las Palmas.
A la espera de ver cómo acaba de resolver el Zaragoza su defensa, Laguardia parte con muchas opciones de ser el central titular junto a Álvaro, una pieza que Paco Herrera espera poder retener en La Romareda. Juntos formarían una defensa joven y dinámica que personalmente me agrada bastante. Dos referentes sobre los que basar el regreso a Primera.
Aquí la rueda de prensa de Laguardia esta mañana:
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