En mi primera presencia en una Eurocopa, tuve la suerte de ver a España campeona. Disfruté de cada partido como un niño, me emocioné con cada gol, no me vine abajo el primer día frente a Italia, tuve miedo de caernos el día de Croacia, no sufrí la noche ante Francia, pensé que todo acababa en los penaltis ante Portugal y me sentí un privilegiado por poder presenciar la que posiblemente sea la mejor final de la historia de la Eurocopa. De este día inolvidable recogí muchas impresiones en este vídeo (tengo más, pero hasta que no logre traspasarlos al ordenador no podré completar este diario de una final). Espero que les guste:
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