Las dudas del Real Zaragoza

Apoño aprieta a Álvaro Rubio. Foto: Belver/Reyes - As

El Real Zaragoza se sumergió en la Liga con una derrota digamos evitable ante un equipo que presumiblemente se moverá en la misma zona de la clasificación esta temporada. Una derrota que supone un accidente importante y que viene a confirmar entre el zaragocismo las dudas que dejaron los últimos amistosos ante equipos de entidad. A cuenta de varias frases de la rueda de prensa post-partido de Manolo Jiménez, ofrezco mi particular análisis de situación.

"El Valladolid hizo muy poco para ganar el partido. Ojalá hubiéramos tenido la misma suerte...". Es la sensación que más duele. El Zaragoza se presentó valiente y animoso en el arranque del partido, pero poco a poco se fue viniendo abajo. Quedó la sensación de que el equipo todavía no funciona como un máquina bien acoplada, problema lógico y que se puede solventar a corto plazo. A ello se unió un aparente desplome físico. Esa sensación para mí es engañosa. El Zaragoza acusó que jugadores como Romaric o Apoño, con un peso específico en le equipo, anden aún con el depósito a medias, consecuencia lógica de su tardía incorporación. Con ellos a pleno rendimiento, el Zaragoza será otra cosa muy parecida al equipo de los primeros 20 minutos ante el Valladolid.

"La defensa del Real Zaragoza está mal". Y le ha mirado un tuerto le faltó añadir a Manolo Jiménez. El equipo se presentó ayer con tres laterales izquierdos, no lo olviden. Para mí, Abraham cumplió en su batalla en la banda derecha, demostrando además en numerosas ocasiones que tiene un largo recorrido con numerosas presencias en ataque. Obradovic, que más tarde acabó lesionado por desgracia, tuvo una tarde más complicada. El Valladolid centró sus esfuerzos por su banda y en ocasiones se vio superado. Paradójicamente, el gol del Valladolid llegó en una de sus pocas internadas por la derecha. El partido sirvió para constatar además que ni Goni ni Laguardia tienen hueco. El segundo se quedó fuera de la lista y el primero no entró en el once. La baja de Loovens no tuvo nada que ver en ello, ya que Jiménez podría haberle alineado igualmente en el lateral derecho; pero no lo hizo. Hay quien dice que ambos canteranos valen  y hay quien dice que no. Lo único claro es que hasta ahora no han tenido muchas ocasiones para demostrarlo y en las pocas que han tenido han cumplido pero sin ofrecer argumentos que apunten a la titularidad fija. Al final, el que decide es el entrenador, que por ahora los mantiene fuera el once. Ambos siguen encallados en esa generación sin hueco en la que también se encuentra Kevin, también perdido en mitad de la nada. En verano se dijo que si no subía al primer equipo se iría a un Segunda en busca de minutos y progresión. La realidad le ha dejado como jugador del filial zaragocista; un año más...

"Fuimos superiores al Valladolid". Lo creo firmemente, pero en Primera nadie regala nada. Un despiste valió para que el equipo de Djukic se llevara los puntos. La lección es clara: hay que saber sacar partido de esa superioridad.

"Tenemos que mejorar muchas cosas, lo sabemos". También lo creo firmemente. Hay que hacer equipo, dejar claro a cada cuál su función en el campo y su relación con los compañeros cercanos. No la veo como una tarea complicada. Como dije antes, cuando jugadores con peso específico se pongan a tono el Zaragoza dará un paso adelante.

"Llegamos tarde a la cita con la Liga; sobre todo en defensa". A nadie se le escapa este punto. Creo que el Zaragoza tiene mejor plantilla que en los últimos años. De mediocampo en adelante hay calidad y alternativas para crear un equipo que asegure no pasar apuros este curso. Pero Jiménez apunta con razón al problema más serio: Está más que claro que si el club no consigue en estos diez días un central de ciertas garantías y un lateral derecho está condenado a pasar los mismos apuros que en los últimos años. O a volver a reinventarse en enero. Y eso ya nos ha salido demasiado bien en los últimos años...