El Real Zaragoza logró en Cornellá-El Prat tres puntos que asienta su posible nerviosismo, apacigua las dudas y fortalece la fe de este equipo y este proyecto. Con jugadores jóvenes, una defensa de circunstancias que cumplió con nota y finalizando el encuentro con diez españoles sobre el campo, el Zaragoza sumó su primera victoria de la temporada cuando menos se esperaba por sus bajas en defensa y el ruido que habían generado durante toda la semana los problemas del club para cerrar nuevas incorporaciones en el mercado.
Como intentaré hace cada semana, va un análisis a raíz de las frases post-partido de Manolo Jiménez:
"La victoria fue justa. El Espanyol aprovechó un grave error para el 1-0, pero arriesgamos en el segundo tiempo jugando con paciencia y resolvimos el partido al final". Lo cierto es que pese a que pudiera dar la sensación de que el Zaragoza se encontró con tres puntos inesperados, hizo méritos para ganarlos. Su defensa de circunstancias funcionó de manera correcta. Sólo se desajustó en una ocasión y el palo fue demasiado duro con el 1-0. Pero hasta ese punto, el Zaragoza había controlado el partido. No fue incisivo, ni seguramente desplegó un juego vistoso, pero tenía todo bajo control. El gol le hizo crecerse y ahí se pudo ver a un equipo más valiente y decidido, pero esa sensación quizá quedó oculta tras la expulsión de Albín, que, por otra, benefició y mucho al Zaragoza.
"Esta victoria no hace nada, pero tras la derrota ante el Valladolid podría haber dudas si no ganábamos. No hemos hecho nada, pero estos tres puntos nos dan tranquilidad". Sabe Manolo Jiménez que el Zaragoza se ha perdido en años convulsos últimamente. Por eso, no nos enfoca hacia el optimismo, pero es plenamente consciente de que estos tres puntos van a dar mucha tranquilidad y le van a permitir trabajar con mucho más aire. La victoria afianza su gestión y su proyecto y otorga confianza a un equipo que como me ha repetido Alfonso Reyes, fotógrafo de AS, en varias ocasiones "es para empezar bien la Liga, porque sino...".
"Nuestro mejor aval tiene que ser la cantera". Manolo Jiménez le puso arrestos al partido. Colocó a Goni, jugador al que pretende dejar marchar y que el año pasado no fue un fijo en el Cartagena, en el lateral derecho y ubicó al joven José Mari, fichado este verano del Jaén, como mediocentro defensivo de inicio. Tras el descanso, dio entrada a Víctor Rodríguez, que también llegó este verano del Badalona para jugar en el filial, y en el tramo final del encuentro dio entrada a Jorge Ortí, canterano 'veterano' que el año pasado no fue un fijo en el filial pese a participar en varios encuentros con el primer equipo. El dato resulta revelador: dos canteranos y dos jugadores fichados para el filial tuvieron mucho que ver en la victoria ante el Espanyol. Tres de ellos jugaban el año pasado en Segunda B, algo que nadie creería viendo su excelente actuación en Cornellá.
"Vamos a intentar firmar estos días o tres jugadores de jerarquía. Y si no podemos, al menos que sean currantes". Mensaje claro y directo que define el estilo que busca el técnico para el Zaragoza: Si no somos vistosos, al menos nos vaciaremos sobre el campo.
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