Tebow Time

Tim Tebow, en plena oración durante un partido. (Reuters)

Todo el mundo ama a Tim Tebow. O lo odia. No existe un punto intermedio o una opción para la indiferencia. En una temporada de la NFL con rookies sorprendentes como Cam Newton, donde los Green Bay Packers han estado cerca de firmar la fase regular perfecta con 15-1, donde los 49ers de Jim Harbaugh se han elevado mucho más allá de lo que la mayoría esperaba, el gran protagonista, el hombre que lo eclipsa todo, es Tim Tebow, quarterback de los Denver Broncos.

Ayer, cuando todos esperaban su derrota en su estreno en los playoffs ante los todopoderosos Pittsburgh Steelers, volvió a dar una lección para llevar a los Broncos un paso más allá. Irregular como acostumbra, volvió a ejecutar el ya famoso Tebow Time. ¿Y qué es el Tebow Time? Esto:

Por si no lo han entendido o no han aguantado el vídeo, el Tebow Time es simplemente remontar un partido cuando casi no queda tiempo gracias a jugadas excelentes o imposibles con el 15 de los Broncos al mando de las operaciones. La del vídeo corresponde a su primer partido como titular esta temporada en la séptima semana. Sí, Tebow no jugó hasta la sexta semana, cuando apareció en el descanso del partido ante los San Diego Chargers tras otra decepcionante actuación de Kyle Orton, el quarterback que tenía por delante. No ganó a San Diego, pero estuvo muy cerca y eso le valió ser titular en el siguiente partido ante los Dolphins. Su primera titularidad en Miami la resolvió con un récord al convertirse los Broncos en el primer equipo de la historia que levantaba un partido en el que perdía por 15 puntos a falta de tres minutos para el final.

Tim Tebow no es un quarterback al uso. Sus admiradores destacan su potencia, entrega y fe; sus detractores dudan de que realmente tenga el nivel para jugar en la NFL. Mariano Tovar, compañero de AS y amante de la NFL, lo definía a la perfección en la previa del partido de los playoffs que colgó su blog Zona Roja. "Tarda un mundo en armar el brazo, no sabe leer defensas y anuncia el pase con su postura. Lanza tan desviado que es difícil interceptarle, pero cuanto más mejora, mejor apunta, así que le roban más la cartera. Suena a chiste pero es verdad. Tebow es más peligroso cuanto peores son sus lanzamientos. Sus virtudes siguen siendo importantes. Es muy difícil placarle cuando ha arrancado a correr y es capaz de aguantar el balón en el pocket durante mucho tiempo. Sus pases más peligrosos llegan con la jugada rota, cuando todo el mundo corre de un lado para otro intentando desmarcarse sin tener en cuenta la ruta prevista. Tebow encuentra ahí muy bien los huecos y consigue muchas grandes jugadas".

Más allá de su juego o cualidades, Tim Tebow es motivo de controversia por sus profundas creencias religiosas. Nació en Filipinas, donde sus padres ejercían como misioneros. Durante el embarazo, un médico recomendó el aborto debido a una infección, pero su madre afortunadamente no hizo caso. Aquel suceso y las creencias religiosas de sus padres le han convertido en un cristiano evangelista de manual. Tras cada victoria da las gracias a "nuestro señor Jesucristo y a mis compañeros" y acostumbra a finalizar sus comparecencias con un "Dios les bendiga". Éste ha sido su gran año en la NFL. Debutó el curso pasado, tras ser elegido en primera ronda (elección 25) por los Denver Broncos, pero apenas jugó unos pocos partidos, sólo iniciando en los tres últimos de la temporada. Tuvo buenas actuaciones, pero es más recordado por el anuncio que protagonizó en contra del aborto y que fue emitido en la pasada Superbowl.

Preparando el Tebow Time. (Getty Images)

Más allá de todo eso, o quizá en parte por todo eso, Tim Tebow ha sido bautizado como el hombre milagro. En sus ocho primeros partidos como titular esta temporada firmó un contundente registro de 7-1 (victorias-derrotas), protagonizando remontadas espectaculares en el último cuarto y ganando tres partidos en la prórroga. Cogió a los Broncos en el pozo y los levantó hasta el liderato de División. Aunque entrar en los playoffs exigió sufrimiento. El hombre milagro perdió la chispa en los tres últimos partidos y accedieron a la fase final por deméritos de los rivales más que por haber sabido culminar la faena.

Por eso nadie creía que Tim Tebow pudiera superar a los Steelers en su estreno en unos playoffs. Todos le imaginaban cagado de miedo tras su pobre rendimiento al final de la fase regular. Sin embargo, es justo en ese escenario de condiciones imposibles cuando se conjuran los elementos para crear el Tebow Time. Con un segundo cuarto soberbio aplastó a los Steelers y cuando éstos lograron forzar la prórroga a falta de dos minutos, le bastó con una jugada, un pase magnífico, para derrotar a los temibles hombres de acero de Pittsburgh en la primera y única jugada del tiempo extra. Y entonces volvió hincar su rodilla en la hierba, a apoyar un codo en la otra, apretar el puño contra su cabeza y dar gracias a los cielos. Gesto que ha sobrepasado fronteras y que su legión de seguidores imita en todos los rincones del planeta, convirtiendo el Tebowing en algo universal.

También es un hombre récord. Sería una lata compilarlos aquí todos, con lo que simplemente mencionaré los que dejó en su actuación estelar de ayer. Le hizo 316 yardas a Pittsburgh, la marca más alta de toda la temporada de la que era la mejor defensa de la NFL. Esas 316 yardas, combinadas con sus 10 pases completados, dan una media de 31,6 yardas por pase, algo que nunca nadie jamás había logrado en un partido de playoff. El dato le hace pasar a la historia, guste o no a defensores y detractores, y le permitió volver a elevarse como un Dios sin límites. El mismo que me ha conquistado esta temporada para siempre.

Si quieren ver un resumen con sus momentos estelares ayer, pinchen aquí.


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